Leyenda del Tala
Cuenta la leyenda que el día que los conquistadores tuvieron un breve combate con los aborígenes guaraníes, cerca de Diamante, Prov. de Entre Ríos, un grupo de aborígenes mujeres, y niños huían despavoridos hacia la selva en busca de protección y resguardo seguro. Los guerreros españoles, que vieron hacia donde huían las indefensas mujeres, se lanzaron tras ellas dando alaridos de triunfo, pero también los vieron tres robustos nativos, tres guerreros de talla gigantesca. que al punto decidieron frustrar el propósito de los perseguidores, conteniéndolos, antes de que coparan a las mujeres y niños que de seguro serían muertos por los invasores. Estos tres gigantes que merecen estar en el bronce, se apostaron en medio del camino con los brazos abiertos y los puños unidos por hebra de vegetales, era una barrera impávida y resuelta, tres montañas de bronce, tres guerreros duros como el quebracho, listos a soportar mudos e intrépidos el embate feroz enemigo, los gestos duros de sus rostros fieros que exclamaron: ¡no pasarán!…¡no pasarán!… ¡Jamás podrán alcanzar a nuestras mujeres y a nuestros hijos! La conmovedora, como estupenda escena del heroísmo duró pocos minutos, los certeros disparos de los arcabuces, hirieron en cien partes aquel muro de carne y hueso, los tres indios agónicos se unieron mantenidos en pie y formaron una masa, un solo tronco pétreo clavado en aquel sitio de leyenda, mostrando en lugar de cada herida la pulgada negruzca del espino… Y de esta manera coraje y sangre guaraní, ese día dieron nacimiento a otra especie legendaria y fue el árbol simbólico fue el tala, un blasón de bravura y sacrificio que perdura a lo largo de los tiempos como fruto dilecto del sol indio, representando el coraje, el temple y el heroísmo de una raza. El tala símbolo del amor y coraje de su pueblo que es un símbolo de América: el guaraní
