El tocadiscos es un sistema de reproducción de sonido, considerado la evolución del fonógrafo inventado por Thomas Edison en 1877. Este reproductor utiliza el mismo tipo de tecnología, sustituyendo el cilindro de fonógrafo por un disco. La aplicación de la electricidad permitió obtener una serie de ventajas, como una velocidad de giro uniforme gracias al motor eléctrico (lo que resulta en una mayor calidad en el sonido), menos desgaste tanto en el disco como en la aguja y el control del volumen del sonido.
El mismo fue evolucionando, surgiendo modelos más sofisticados como los semiautomáticos: cuando se terminaba el disco, retornaban el brazo fonocaptor automáticamente a su lugar y apagar el motor y la corriente del aparato. Los automáticos eran capaces de mover el brazo por sí mismos para reproducir el disco, y podían reproducir secuencialmente varios discos por una cara gracias a incorporar un sistema cambia discos.
Hacia 1950 aparecieron los llamados «combinados», generalmente tocadiscos con radio.
En 1958 se empezaron a publicar los primeros discos en estéreo.
El tocadisco fue el sistema reproductor de sonido que se mantuvo por más tiempo, perdurando hasta el siglo XXI.