El magazine fue creado en 1964. El audio se encuentra codificado en una cinta magnética sin fin, es decir, una cinta cuyo extremo inicial y final se encuentran unidos, lo cual permite una reproducción ininterrumpida. Esta cinta se encuentra enrollada en una bobina o carrete en el interior del cartucho aunque es accesible a través de unas ventanas en un extremo del cartucho. A través de estas ventanas el reproductor arrastra la cinta ayudándose de un rodillo, y mediante un cabezal realiza la traducción de la información codificada magnéticamente a señales eléctricas. Estas señales son posteriormente amplificadas.
La cinta se encuentra dividida en 8 pistas (franjas) cada una de las cuales podría codificar una señal de audio diferente. Normalmente estas pistas se consideran agrupadas en 4 pares de dos pistas (programas estereofónicos), o bien en 2 grupos de 4 pistas (programas cuadrafónicos).
Una muesca en el extremo del cartucho le indica al reproductor si el cartucho es estereofónico o cuadrafónico. El reproductor modifica la posición del cabezal dentro de la ventana del cartucho para seleccionar qué programa se reproduce. Entre el inicio y el final de la cinta hay un rectángulo metálico adherido a esta que cuando pasa por la ventana hace que el reproductor cambie de programa automáticamente. De esta forma se van reproduciendo todos los programas cíclicamente.
Originalmente, para la grabación y reproducción de sonido mediante cinta magnética fue usada la grabadora de carrete abierto, ampliamente disponible al público a finales de los años 1940. Sin embargo, insertar la cinta en las grabadoras era más difícil que reproducir un disco de acetato de vinilo.
La popularidad de este dispositivo creció a partir del auge de la industria del automóvil. En 1965, Ford Motor Company presentó reproductores de 8 pistas instalados en fábrica y por el concesionario como una opción en tres de sus modelos de 1966 (Mustang, Thunderbird y Lincoln) y RCA presentó 175 cartuchos de música pre-grabada de sus artistas. Para los modelos de 1967, todos los vehículos de Ford ofrecían el reproductor para cartuchos de 8 pistas, como una opción de actualización. Gracias al apoyo de Ford, el formato de ocho pistas rápidamente se impuso sobre el formato de cuatro, que Muntz abandonó por completo a finales de 1970.
A pesar de sus problemas, el formato ganó popularidad constante debido a su conveniencia y portabilidad. Los reproductores para uso casero que fueron presentados en 1966 permitieron a los consumidores usar sus cintas en estos sistemas domésticos y los portátiles.
A fines de 1970 surgió el cassete, que llegó marcando una gran diferencia, el Magazine no tenía fin, es decir terminaba y volvía a empezar, no tenía Lado A un Lado B , se lo colocaba de una sola manera, el cassete en cambio se convirtió en el medio de grabación doméstica por excelencia durante más de veinte años, por su gran evolucion frente al sistema anterior.